El queso es un producto lácteo que se elabora a partir de leche cuajada de cabra, vaca, oveja… Es rico en calcio, por lo que es muy recomendable en la dieta de los bebés para completar su ingesta de este mineral, aunque no todos los quesos son igual de buenos para los niños.
El queso es un alimento muy completo y recomendable para niños ya que aporta calcio, fósforo, zinc, proteínas de alta calidad y vitaminas D y A que ayudan al crecimiento.
Dado que el nivel de proteínas de la mayoría de quesos es menor al de la leche de vaca, se puede empezar a ofrecer este alimento a los niños a partir de los 9 meses, aunque en pequeñas cantidades. Una vez que el pequeño cumpla los 12 meses y pueda tomar leche de vaca, también puede comer queso.
No obstante, aunque el queso es un alimento completo y sano, hay que evitar los quesos con alto contenido en sal o grasas saturadas. Es mejor que optes por los quesos frescos bajos en grasa, sal y proteínas.
Es importante también que le ofrezcas solo quesos pasteurizados para evitar ciertas enfermedades.
En cuanto a los quesitos, muy consumidos por los niños, contienen grasas de baja calidad, por lo que no son recomendables más de una vez a la semana.
Los mejores quesos para los niños son los semicurados, porque contienen menos grasas y sal. Los quesos curados solo se deben dar de vez en cuando y los quesos viejos mejor nunca.
Tampoco se aconsejan en edades tempranas los quesos azules ya que contienen mohos y hongos.
A partir de los 2 años se puede empezar a dar al niño queso de cabra o quesos más grasos como el brie.