La diarrea es un trastorno digestivo bastante habitual en los bebés debido a infecciones, un sistema digestivo débil, consumo de alimentos en mal estado u otras enfermedades que afectan al estómago, causando un aumento en las deposiciones que suele ir acompañada de otros síntomas como fiebre, dolor abdominal, malestar general, vómitos, deshidratación o transpiración excesiva.
Los lactantes alimentados exclusivamente con leche tienen siempre las heces líquidas ya que, al no consumir sólidos, sus caquitas siempre son blandas, por lo que no siempre es fácil saber si un bebé tiene diarrea o no en estos primeros meses. En este caso, debes fijarte si hace muchas más cacas de lo normal y van acompañadas de los síntomas antes descritos. En bebés que ya comen alimentos sólidos es más fácil de distinguir ya que sus heces se vuelven de repente totalmente líquidas, además de evacuar mucho más de lo normal y de presentar dolor, fiebre, náuseas o vómitos, etc.
La diarrea suele estar causada por una infección gastrointestinal, el consumo de algún alimento en mal estado (más común en verano a causa del aumento de las temperaturas), la ingesta de fármacos (especialmente antibióticos) o una intolerancia alimentaria. Si tu bebé es menor de 12 meses y sufre diarrea que dura más de 24 horas, debes acudir al médico para averiguar la causa y, sobre todo, tener cuidado con la deshidratación ya que es la complicación más grave que puede aparecer en casos de diarrea en bebés y, además, muy habitual puesto que los bebés se deshidratan con mayor facilidad.
Por eso, lo primero es administrarle líquidos con frecuencia. Si tiene menos de 6 meses y se alimenta solo de leche, ofrécele el pecho o el biberón (más diluido) más a menudo para que pueda reponer el agua y las sales minerales perdidas. Si tiene más de 6 meses puedes ofrecerle agua, caldos o sopas, infusiones de manzanilla, zumos sin azúcar o, lo mejor, bebidas de rehidratación oral especiales para bebés. Nunca le des las bebidas isotónicas de adultos ya que su contenido en algunas sustancias puede ser perjudicial para el organismo del bebé. Tampoco le des azúcar ya que puede aumentar la diarrea.
En cuanto a la comida, lo mejor es que empiece a comer enseguida para evitar la pérdida de peso y ayudar a que la flora intestinal se recupere. Ofrécele aquello que tenga ganas de comer, siempre que no sean alimentos muy azucarados, grasos o pesados. Se recomiendan carnes magras a la plancha o cocidas, frutas como la manzana o la pera cocidas y sin piel, arroz blanco, pasta, patatas cocidas, yogures naturales, galletas, etc. Es mejor que le ofrezcas pocas cantidades pero más a menudo y que continúes dándole muchos líquidos para que su organismo se recupere totalmente.
Sé flexible durante unos cuantos días con su alimentación ya que es probable que tenga menos hambre o que ciertos alimentos no le apetezcan.
Por último, a no ser que lo recete el pediatra, nunca debes darle medicamentos antidiarreicos, lo mejor para cortar y tratar una diarrea es dejar que el organismo se recupere solo ofreciendo alimentos recomendables y mucha hidratación.