Algunos bebés se duermen perfectamente en sus cunitas desde el primer momento, mientras que otros se despiertan en el momento de tumbarlos y es posible conseguir que duerman solos en su cuna. ¿Cómo lograrlo?
Aunque dormir es una necesidad fisiológica que los bebés han estado haciendo durante toda la etapa fetal, es normal que, en los primeros meses de vida, a muchos bebés les cueste dormirse y los papás tengan que ayudarlos cogiéndolos en brazos, meciéndolos, paseándolos o cantándoles.
El problema llega cuando, una vez dormido, queremos colocar al bebé en la cuna y, por muy dormido que parezca, se despierta en el mismo momento en que su espalda toca la superficie. En estos casos, nos vemos obligados a dormir con el pequeño en la misma cama, pero puede llegar un momento que queráis que el pequeño se acostumbre a dormir solo en su cuna. Si ese momento ha llegado, estos consejos pueden ayudarte:
– Deja al bebé en la cuna despierto o medio dormido para que se acostumbre a dormirse en ella y no en tus brazos o el carrito.
– Si llora al dejarle, intenta otras cosas antes de cogerlo. Puedes acariciarle, darle la manita, poner tu brazo cerca, cantarle… lo que sea para que note que estás a su lado y no está solo.
– Es importante que el bebé se quede tranquilo en la cuna, aunque sea despierto, ya que no conseguirá dormirse si está nervioso y llorando. El primer paso para que duerma en la cuna es que se acostumbre a ella y no llore nada más tumbarlo.
– Evita pasearlo por la casa o cogerlo en brazos, el niño tiene que dormirse solo, no hay que “dormirle”.
– Si quieres contarle un cuento antes de dormir, hazlo mejor fuera de la cuna para que asocie la cuna con el sueño y no con el juego.
– A muchos bebés les ayuda a dormir el chupete o un peluche o dudú. Prueba a darle uno a tu bebé a ver si así puede dormirse solo.
– Los móviles de cuna también son útiles para tranquilizar y relajar a los bebés y ayudarles a que se duerman.
– Establece una rutina para antes de acostarle. Los niños necesitan rutinas para sentirse seguros, así no tendrá miedo al quedarse solo y favorecerás el sueño. Un baño, la cena, el cuento o una nana antes de acostarlo puede ser una buena rutina que debes seguir todas las noches a la misma hora.
– Nunca le regañes ni le grites por no dormirse en la cuna, es contraproducente y no conseguirás nada más que asustarlo.
– Introduce a tu bebé en la cuna de manera gradual. Por ejemplo, puedes dejar que duerma las siestas del día en la cuna, dejar la cuna al principio en tu habitación para que el cambio no sea tan grande, etc.