La biodiversidad es el conjunto de todas las especies animales y vegetales del planeta junto con el ambiente en el que habitan. Esta es de vital importancia, pues de ella depende la vida y supervivencia de la naturaleza. Esta biodiversidad se deteriora por diferentes razones, entre las que destacan: la contaminación en todas sus formas, la caza furtiva y el comercio ilegal con especies exóticas o en peligro de extinción, la destrucción o modificación del entorno natural, etc.
Para cuidarla, basta con pequeños gestos cotidianos, concienciación y, sobre todo, educar en el respeto hacia ella. A continuación algunos consejos para que los niños crezcan respetando la biodiversidad.
Para que puedan cuidar la biodiversidad, primero deben conocerla. Muéstrales a tus hijos qué es la biodiversidad a través de fotografías, libros, documentales de animales y la más importante: en vivo y en directo. Aprovecha las excursiones al campo, playa o montaña para que conozcan los pequeños insectos, animales silvestres, plantas autóctonas… Cuéntales cada pequeño detalle de su entorno y no olvides recordarles que es importante que se limiten a observar sin alterar la “casa” de estos animales y plantas. También es necesario que les eduques para que respeten la naturaleza y sepan de sus peligros, pero sin que le tengan miedo.
Si en la familia sois aficionados a la pesca, inculcadles la necesidad de respetar los cotos de pesca y especies protegidas.
En estas excursiones, mantened limpio el ambiente, evitad interferir en los procesos naturales y tratad siempre de recoger la basura que encontréis. Además, no debéis alejaros de los caminos ya marcados, pues esta es otra manera de modificar el entorno natural. Tampoco arranquéis flores ni plantas de manera indiscriminada, podéis recoger alguna, pero siempre con sentido común.
Reciclar en casa y ahorrar recursos también es una manera de proteger la biodiversidad. Los pequeños gestos son los que cuentan: separar la basura, cerrar el grifo cuando no se utilice, apagar luces que no están siendo utilizadas… ¡Todo suma! Además, cuando vayáis a hacer compras o recados, acostúmbrales a que lleven siempre una bolsa de tela para evitar consumir más plástico del necesario.
Si en vuestra familia tenéis alguna mascota, cuéntales que hay algunos animales que están acostumbrados a vivir con los seres humanos y otros que no. Podéis hacer un mural con recortes de revistas o fotografías de animales domésticos y salvajes o de animales en peligro de extinción que hay que proteger.
Otro plan divertido en familia y que además será muy enriquecedor para su educación es la visita a acuarios, reservas naturales y centros de biodiversidad respetuosos con los animales que allí viven. Algunos ejemplos son el Parque de Naturaleza de Cabárceno (Cantabria), el Oceanogràfic de Valencia o la Reserva Natural El Castillo de los Guardas (Sevilla). Otra buena opción son las granjas escuelas, donde se divertirán mientras conocen más acerca de la biodiversidad del planeta.
Por último, siempre es interesante y beneficioso educar en la regla de las tres R: reducir, reutilizar, reciclar. Esta filosofía ayuda a reducir la huella ecológica, protegiendo y cuidando el medioambiente y la biodiversidad.