Aunque asociamos los resfriados al otoño y el invierno, lo cierto es que los catarros, a diferencia de la gripe, no son una enfermedad estacional, por lo que los niños también pueden ponerse malos en esta época del año.
Los resfriados son, sin duda, la enfermedad más habitual en niños y adultos. Al año, un niño puede llegar a coger entre 8 y 12 resfriados y, aunque es cierto que la mayoría los contraerá en otoño o invierno, ya que los virus se vuelven más fuertes con el frío, también pueden cogerse en primavera o verano puesto que los resfriados no son una enfermedad estacional y estos virus circulan durante todo el año.
Por lo tanto, es posible que tu hijo se ponga malo también en verano ya que su sistema inmunológico es más inmaduro y débil, por lo que tiene mayor facilidad para ponerse malo. Además, los niños juegan juntos, comparten juguetes y objetos, se llevan todo a la boca y no se lavan las manos tan a menudo como deberían, por lo que enseguida se contagian el virus del resfriado unos a otros.
Y los cambios bruscos de temperatura favorecen el desarrollo del virus en verano, época en la que se estima que se pueden coger hasta un 20{260a68d6607c214b0f3fbb19f4ea1e8fb5838bc4d58938c6ee796eff25c3adb9} de los resfriados. Por eso, hay que evitar los cambios bruscos entre el frío del aire acondicionado de la casa o el coche y el calor sofocante de la calle. Para ello, procura no poner el aire muy fuerte, a una temperatura de 24º C es suficiente.
También debes procurar lavar las manos a tu hijo a menudo, sobre todo al venir de jugar de la calle, decirle que no comparta botellas o vasos con otros niños, evitar las corrientes de aire y humedecer y ventilar el ambiente a diario.
Pero si a pesar de todo tu hijo se pone malo, la buena noticia es que los resfriados de verano suelen ser más cortos y se curan antes ya que el buen tiempo favorece que los virus se mueran antes. Además, es raro que aparezca fiebre y normalmente se reducen a congestión nasal y dolor de garganta. Si está muy molesto y con dolor puedes darle paracetamol o antiinflamatorio. Si no, con medidas de alivio de los síntomas será suficiente, como lavados nasales con suero o agua de mar, beber mucho líquido y seguir una dieta rica en vitamina C para fortalecer su sistema inmunológico.
En cuanto a si se puede bañar o no en la playa o la piscina, si no tiene fiebre ni se encuentra mal y es un día caluroso, no hay problema en que se dé un baño, pero procura que no esté mucho tiempo en el agua y cámbiale de ropa en cuanto salga para que no esté con la ropa mojada puesta.