La tos es un mecanismo de defensa del organismo cuya su función es proteger y limpiar las vías respiratorias altas de agentes patógenos. Existen diversos tipos de tos según su origen y no todas se pueden tratar de la misma manera.
¿Por qué aparece la tos?
La tos es un síntoma de muchas enfermedades respiratorias como resfriado, bronquitis, crisis asmática, etc. Por eso, cuando nuestro hijo empieza a toser debemos estar atentos a otros síntomas que aparezcan junto a la tos para saber de qué enfermedad se trata.
Al igual que la fiebre, la tos es un síntoma, una señal, no es una enfermedad en sí misma y, de hecho, es un mecanismo de defensa del organismo bastante positivo ya que ayuda a expulsar los patógenos causantes de la enfermedad que pueda haber en las vías respiratorias, oxigenando a su vez los pulmones y movilizando toda la mucosidad que haya dentro del organismo para expulsarla y ayudarnos a curarnos.
Por lo tanto, la tos puede ser positiva y beneficiosa, por lo que no siempre hay que tratar de cortarla, por muy molesta que resulte para el pequeño y para su padres.
Tipos de tos
Existen diversos tipos de tos según su origen y su función:
1- Tos seca o improductiva: se caracteriza por ocasionar una inflamación en la parte más alta del sistema respiratorio, como pueden ser la garganta, la faringe y la laringe. Por lo general, no arrastra secreciones ni mucosas por las vías respiratorias, pero produce mucha sequedad y molestia.
2- Tos productiva o húmeda: es aquella que sirve para movilizar por todas las vías la mucosidad y secreciones que hay en el aparato respiratorio para ayudar a expulsarla, por lo que va acompañada de flemas. Esta tos es beneficiosa, por lo que no debe cortarse con jarabes.
3- Tos ronca o perruna: este tipo de tos es característico de la laringitis, la inflamación de la laringe. La tos perruna o ronca es la tos que suele acompañarse de afonía o ronquera, y que en ocasiones suele ir acompañada también de un ruido áspero característico al coger aire o crup.
4- Tos con pitidos: un tipo de tos muy característica cuando el niño padece asma, alergia o una enfermedad más seria como la bronquitis. Esta tos es bastante común y presenta siempre una dificultad respiratoria acompañada de pitidos cortos y secos.
Remedios para cada tipo de tos
Para la tos seca e improductiva: beber mucha agua, tomar leche tibia con miel (solo para niños mayores de 12 meses) o vahos de vapor con eucalipto, en este caso puede ser útil un jarabe, pero solo si lo receta el profesional de pediatría.
Para la tos húmeda y productiva: debido a su función “limpiadora”, no es demasiado aconsejable tratarla con ningún jarabe o medicamento ya que es un mecanismo del propio cuerpo para liberar virus y bacterias. Lo mejor para aliviar el niño en este caso es ofrecerle mucha agua para ir disolviendo la mucosidad y hacer lavados nasales para que los mocos no bajen a la garganta y los pulmones.
Para la tos ronca: cuando el niño presenta esta tos, la laringe se cierra, así que conviene sacarle al aire de la calle para abrir sus vías respiratorias y mantenerlo bien hidratado con agua a temperatura ambiente. Después, se debe acudir al profesional de pediatría ya que puede que sea necesaria alguna medicación.
Para la tos con pitidos: hay que acudir al médico y, en el caso de un ataque de asma, ofrecer al niño su inhalador con la medicación oportuna para abrir las vías respiratorias. Si la causa es alergia, puede ser necesario un antihistamínico o adrenalina si es más grave.